En este momento de auge para la industria de la belleza, no sorprende la popularidad de los productos sintéticos. Atraen principalmente a grupos demográficos más jóvenes, como los millennials y la generación Z, que priorizan la asequibilidad, la larga duración y la comodidad.

¿Es posible ver cambios inmediatos en la piel con un producto de $10 o $20? Por supuesto. Sin embargo, a largo plazo, los conservantes presentes en los productos de belleza sintéticos pueden causar irritación y problemas potencialmente más graves cuya solución acabará siendo mucho más cara.

En OLIVE TREE PEOPLE, nuestro mantra es “ Del árbol a la belleza ” porque nuestros productos para el cuidado de la piel sin agua y nuestros ingeribles se crean directamente de los antiguos olivos de montaña de nuestro olivar en Arroyomolinos de León, España.

En este artículo nos embarcamos en un viaje a través de los frondosos olivares, explorando la notable variedad de productos tópicos e ingeribles que hemos desarrollado a partir de sus hojas.

Desde nuestro aceite de oliva virgen extra de calidad superior I56 hasta nuestra poderosa crema facial intensa de regeneración F74 , únase a nosotros mientras profundizamos en la ciencia detrás de los regalos de la naturaleza y descubrimos los beneficios holísticos de los productos totalmente naturales obtenidos directamente de la tierra.

Primero, los árboles

El olivo es más que un simple símbolo de vitalidad y longevidad. También proporciona una rica nutrición y propiedades curativas, profundamente arraigadas tanto en la tradición como en la ciencia moderna. De la hoja de olivo se extrae una molécula llamada hidroxitirosol , que no solo protege las células de los olivos hasta por 4000 años, sino que también protege y ayuda a regenerar las células de la piel humana. Increíble, ¿verdad? Eso es lo que sintió nuestro fundador, Thomas Lommel, cuando descubrió el poder del hidroxitirosol hace más de 25 años en su camino personal hacia una mejor salud.

Antes de llegar a la parte en la que Thomas se propone crear su propia colección de productos para el cuidado de la piel elaborados con hidroxitirosol, echemos otro vistazo a los árboles.

¿Sabías que los árboles han habitado nuestra Tierra durante más de 500 millones de años? Eso es 495 millones de años más que nosotros . No nos necesitan, pero sin ellos no podríamos sobrevivir ni un solo día. Podemos aprender muchísimo de los árboles sobre temas como la intuición, el envejecimiento digno, la vocación, la verdadera devoción, la meditación, la belleza holística, que la economía es inseparable de la ecología, y mucho más.

Sus células, que constan de los mismos componentes básicos que las nuestras, logran mantenerse funcionales 3900 años más que las nuestras, sin necesidad de medicina moderna y en las condiciones más difíciles. ¡Increíble!

En segundo lugar, el poder curativo

A los 33 años, cuando Thomas descubrió que su salud se estaba deteriorando, se hizo evidente que necesitaba hacer cambios importantes en su estilo de vida. Tras dejar la medicación recetada, entró en un "tiempo de silencio", donde reflexionó sobre el sentido de la vida y qué haría si tuviera todo el tiempo y el dinero del mundo. Buscaba una especie de ciclo holístico.

A partir de ese momento no hubo otro pensamiento que el de regalarme con el poder y la magia de los árboles.

– Thomas Lommel, FUNDADOR DE OLIVE TREE PEOPLE

Thomas empezó a dedicar mucho tiempo a los olivos, buscando respuestas. Les preguntó: ¿cuántas aceitunas se necesitan para un litro de aceite? ¿Cuántos frutos da un árbol así? ¿Cuántos árboles hay en una hectárea de tierra? Las respuestas parecían llegarle intuitivamente: 5/20/100. Al comparar sus hallazgos con la literatura especializada, ¡sus cifras eran exactas! Quedó asombrado.

Apenas podía creer lo que descubrió, Thomas comenzó a estudiar la comunicación entre humanos y árboles. Leyó un libro llamado "El llamado de la rosa", el primero de muchos sobre este tema. Quedó completamente fascinado y sumergido en este nuevo mundo que jamás hubiera imaginado. Thomas se dio cuenta de que todo está conectado. Es posible conectar con los árboles, y las sensaciones que experimentaba eran reales.

Sin más medicamentos, Thomas comenzó una nueva dieta. Empezaba cada día con un vaso de aceite de oliva y un chorrito de limón. Se embalsamaba con aceite de oliva, tanto por dentro como por fuera, de la mañana a la noche. Aumentó su consumo de aceite de oliva de casi cero a más de cincuenta litros al año. Descubrió lo que él llama su "médico interior", que duerme en todos nosotros.

Thomas tardó 176 días en recuperarse por completo. Pudo dormir de nuevo sobre el lado del corazón, ya no tenía úlceras, su piel lucía más sana que nunca y estaba lleno de vitalidad. Todo esto lo había logrado con el poder del olivo y, lo más importante, sin ningún efecto secundario.

En tercer lugar, la ciencia

En 2001, Thomas partió hacia Italia, primero a la Toscana y después a Apulia. Quería estar aún más cerca de los árboles y aprender el arte de producir aceite de oliva de primera calidad. Tras numerosos almuerzos con olivareros y mucho vino, logró convencer a los agricultores italianos para que le dejaran vender sus olivares.

En Apulia, Thomas conoció el elixir amargo y verde hierba de la hoja de olivo, que se elaboraba cada mañana según una receta ancestral transmitida de generación en generación. La familia que visitó también usaba el aguardiente de hoja de olivo como remedio universal. Thomas quedó fascinado, sobre todo al descubrir que lo que lo curaba, concretamente los valiosos polifenoles como la oleuropeína y el hidroxitirosol, se encuentran en la hoja de olivo hasta 3000 veces más concentrados que en el aceite de oliva de alta calidad. Estos polifenoles también protegen eficazmente al olivo de las influencias nocivas y le permiten vivir hasta 4000 años en su máximo esplendor.

En Apulia también nació la idea de Thomas de desarrollar un elixir para el consumo diario. Así que contactó con Joaquín, el "susurrador de abejas" de Arroyomolinos de León, España, y compró su primer olivar. Condujo de Apulia a Andalucía, durante la noche, y allí estaba: 120 olivos de montaña en unos 12.000 metros cuadrados, todos de unos cien años. Thomas estaba tan emocionado que deambuló bajo la lluvia esa noche y se construyó una casa en el árbol en medio del olivar.

En los días siguientes, Thomas experimentó con la hoja de olivo y desarrolló el extraordinario elixir que descubrió en Apulia. Luego, desarrolló un primer elixir de sabor muy amargo a partir de las hojas de sus propios olivos de montaña, que envasó en botellas y envió a diversos naturópatas y practicantes de medicina alternativa. También las envió a su primera y pequeña lista de clientes amantes del olivo.

Pasaron las semanas y Thomas seguía esperando la opinión de los médicos y clientes a quienes les había enviado su elixir para que lo probaran. Justo cuando estaba a punto de dejarlo todo para siempre, recibió una señal. De repente, recibió notas de agradecimiento de los clientes, algo que todavía le pone la piel de gallina. Estaba entusiasmado y motivado para crear mucho más que un simple producto. Imaginó algo holístico: una terapia con olivo en spas de lujo, tratamientos de Ayurveda mediterránea de varios días y semanas. También quería integrar la meditación con olivo, que había practicado años atrás.

La producción de aplicaciones externas como cremas, aceites y sérums era nueva para Thomas. Antes no tenía afinidad con los cosméticos; aún usaba aceite de oliva para cuidar su piel. Con la confianza y la seguridad de saber qué lo había curado, comenzó a estudiar la composición de los productos para el cuidado de la piel. Descubrió que casi todos los productos tenían "aqua" (agua) en la parte superior de la lista de ingredientes. Agua, seguida de muchos otros ingredientes.

Cuando le preguntó a una de las ancianas herbolarias del pueblo qué ingredientes usarían en una crema, además de complementar la fuerza de los olivos, ella respondió: «Mira lo que crece alrededor del olivo. Todo esto le sienta bien y crea sinergias protectoras y sostenibles. De lo contrario, no crecería allí». ¡Quedó impresionado por la sencillez y claridad con la que funciona la naturaleza!

Pronto, Thomas finalmente obtuvo respuesta a su pregunta más importante. Una respuesta que al principio le resultó inimaginable y que lo cambió todo: todos los productos para el cuidado de la piel que incluyen la palabra "aqua" en la lista INCI se basan en un impresionante 70 % de agua destilada, además de aproximadamente un 25 % de aceites y emulsionantes que conectan el agua con los aceites. En este caso, la industria depende de aceites que, idealmente, no se alteran y tienen una larga vida útil. Por lo tanto, o bien se trata de aceites refinados que han perdido toda su vitalidad, o bien de aceites minerales que pueden dañar considerablemente la piel. Al darse cuenta de esto, Thomas llegó a la conclusión de que la mayoría de los productos solo contienen alrededor de un 5 % de ingredientes activos reales, y menos si un producto tiene fragancia. Se quedó sin palabras.

Ahora lo tenía claro. Su idea era sustituir el contenido de agua (aproximadamente un 70 %) por el elixir celular altamente bioactivo de la hoja de olivo, y los aceites refinados por aceite arbequina autóctono de sus olivos de montaña, que se asemeja a la capa lipídica natural de nuestra piel. Gracias a su vitalidad, favorece el proceso de renovación celular de la piel.

¿Sabías que… cada segundo, 10 millones de células mueren en el cuerpo humano, mientras que otras 10 millones tienen que regenerarse? En cada una de las aproximadamente 50 billones de células (es decir, 50.000 billones) que nos componen, se producen 100.000 reacciones químicas cada segundo para mantener el funcionamiento de todo el organismo. 100.000 en cada una de esas 50 billones de células. ¿Qué importancia tiene entonces apoyar estas células en sus procesos de renovación con ingredientes altamente activos? Solo los ingredientes vivos pueden hacerlo.

En cuarto lugar, la belleza

En ese momento de la historia, Thomas vivía en Mallorca. Empezó a desarrollar su elixir a partir de la hoja de olivo y finalmente lo vendió con éxito. Al mismo tiempo, los experimentos con sus primeros productos para el cuidado de la piel demostraron que aún quedaban aspectos por mejorar: la clorofila de las hojas de olivo no se podía estabilizar; al poco tiempo, les daba a los productos un tono marrón.

¡Por fin llegó el momento! Nacieron la primera crema y el primer sérum, además de otros nueve productos con los que Thomas quería hacer realidad su sueño de la Terapia del Olivo . Eligió uno de los hoteles más bonitos de Mallorca, el Hotel Son Brull, para hacer realidad su idea de un exclusivo Spa OLIVEDA. Le dio a la Terapia del Olivo el ambicioso eslogan «10 años en 14 días» y la prensa mallorquina lo difundió a lo grande.

Un médico occidental de Palma de Mallorca examinó a los participantes del programa de Terapia del Olivo y registró los resultados de sus pruebas médicas al inicio y al final de los 14 días. Así, pudo demostrar que no se trata solo de una terapia de bienestar, sino que se obtienen resultados tangibles. Los resultados de las revisiones de seguimiento fueron excepcionales, sin excepción, confirmados por un médico independiente.

En 2008, la autora Birgit Frohn escribió Curación natural con aceite de oliva , que se convirtió en el primer libro sobre la terapia del olivo.

No mucho después, la periodista de belleza Daniela Jambrek escribió un libro sobre su experiencia personal con la Terapia del Olivo en el Hotel Son Brull, titulado 10 años en 14 días .

¡Y ahí lo tienes!

Todo, desde la primera gota de aceite de oliva, pasando por el maravilloso elixir de las hojas de olivo y la cosmética holística, hasta un estilo de vida saludable y consciente para cada día, es fruto del poder de los olivos y de los productos que hemos desarrollado, verdaderos milagros de la naturaleza en su eficacia holística.