Cuando vivía con mi papá en Los Ángeles y un día me recogió del colegio, le pregunté qué segundo nombre se le ocurría. Me dijo... ¿adivina qué?... Olive... ¡Qué sorpresa! Pero Rose me gustó tanto que se lo dije, y me dijo: ¿por qué no juntar Rose y Olive y hacer Olive Rose?

En ese momento recordé la imagen de cuando era más joven y vivía con mi familia en la preciosa isla de Mallorca, donde nací, tengo mis raíces y mi hogar. Mi padre me había puesto la mascarilla de aceituna negra, el prototipo del F18, en la cara y me había contado historias sobre el hidroxitirosol durante la mitad de mi vida. Recordé los muchos productos que había probado durante mi adolescencia y nada me había ayudado realmente. Recordé las dificultades y los miedos que tenía al salir en público con mi piel problemática en aquel entonces. Recordé que no podía encontrar ningún cosmético o maquillaje que no fuera 70% a base de agua y sin ingredientes dañinos.

Recordando mi tiempo en Mallorca, el hidroxitirosol y los muchos productos que probé en mi adolescencia con mi hermana Emma, sin que nada funcionara, surgió la idea de crear lo que probablemente fue el primer hidroxitirosol sin maquillaje y empezar con un sérum para dar color a la piel. A mi padre le encantó la idea y así nació OLIVE ROSE.